domingo, 7 de junio de 2009

Fiel hasta la muerte

"Y después también" es lo que ladró el perro de un extranjero que visitaba el municipio malagueño de Nerja cuando su dueño falleció. Y es que tras haberle enterrado en el cementerio de dicha localidad, el can consiguió dar con su tumba, y desde entonces ya han pasado más de 2 meses y el perro sigue yendo allí día tras día, llueva o nieve, caigan rayos o moluscos.

Los vecinos del municipio ya le consideran como un miembro más del personal del cementerio, y le llevan comida y agua para que se alimente.

Varios de los vecinos han incluso intentado adoptar al perro, pero este vuelve al día siguiente al cementerio a vigilar la tumba de su difunto dueño.

Y es que el perro además de ser su amigo, era su amigo del alma.

Fuente:El comercio digital

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